Producción de energía
Las centrales hidroeléctricas son la base de la generación de energía en Brasil, pero hay muchas otras formas de producir electricidad.

Foto: Cemig/Divulgação
El aire, el sol, el agua, la leña, el carbón y el petróleo son algunas de las fuentes de energía. La energía que más producimos es la hidráulica, generada por la fuerza del agua del río, que se transforma en energía eléctrica a través de las plantas hidroeléctricas. La planta está construida sobre el río, formado por un lago, una presa, una central eléctrica, una subestación elevadora y líneas de transmisión.
El lago, llamado embalse, se forma al represar las aguas. En ella se construye el vertedero de la planta, una abertura a través de la cual el exceso de agua sale del depósito en tiempos de lluvia.
De esta manera, para producir la energía, el agua sale del embalse y es conducida con mucha presión por enormes tubos hasta la casa de máquinas, donde se encuentran las turbinas y los generadores. La turbina tiene palas conectadas al generador. La presión del agua mueve las cuchillas, que crean un campo magnético, produciendo electricidad.
Entonces, para que la energía llegue a las ciudades, es necesario aumentar el voltaje, trabajo realizado por los transformadores elevadores de las subestaciones. De esta manera, la energía eléctrica es transportada a través de las líneas de transmisión. Sin embargo, para llegar a los hogares, el voltaje se baja en la subestación de bajada y llega a sus destinos a través de las redes de distribución, formadas por postes, cables y transformadores.